Cómo saber diferencias entre TFG y TFM

Una vez que comienzas a estudiar tu grado o máster, sabes que al final llegará uno de los momentos más temidos por todos los estudiantes: el trabajo final. Elegir un tema e investigar sobre él. Si bien algunos esperan con ganas ese momento, la mayoría lo teme desde el primer día que entra al aula.

El Trabajo Final de Grado y el Trabajo Fin de Máster tienen muchos puntos en común pero también diferencias. Conocerlas te hará saber de antemano si merece la pena realizarlo por ti mismo o pedir ayuda.

En este artículo vamos a hacer un amplio repaso a todos los puntos de interés que harán que te hagas un experto en la materia, sabiendo diferenciar ambas investigaciones sin problema y viendo qué es lo que te aporta cada una de ellas.

La estructura, el número y extensión de las páginas, las competencias a desarrollar y otros puntos pueden variar de una institución educativa a otra, ya que cada una tiene su propia normativa.

Hay que hacer hincapié en que es una asignatura obligatoria en muchos centros académicos y universidades en la educación reglada y representa una parte importante del proceso de obtención del título de grado.

Puede pedirse al alumno que haga una defensa ante un tribunal de la universidad, que será el encargado de valorar el esfuerzo y los conocimientos.

Al igual que pasa en el TFG se cuenta con un tutor que sirve de guía para el estudiante, al que se le pueden preguntar cuestiones de interés y opciones de temas, además de consultarle caminos a seguir.

Muchos alumnos se preguntan si el TFG y el TFM son, al fin y al cabo lo mismo. Lo cierto es que tienen muchos puntos en común, como que ambos se engloban en un TFE (Trabajo Fin de Estudios) pero también cuentan con sonadas diferencias, que se pueden estructurar en distintos apartados.

El grado de profundidad que tiene que tener un TFM es mayor al del TFG. Se podría plantear como que el TFG es el inicio de la vía de investigación que se puede ampliar con el TFM. El TFG debe ser más general, mientras que el TFM debe «dar puntadas más finas». El corte del primero debe ser más amplio y general, mientras que el segundo debe llevar a conclusiones firmes y coherentes, investigando los pros y contras.

Lo primero que tienes que tener en cuenta es que, por regla general, los centros no dejan hacer un TFM sin antes haber hecho un TFG. Es decir, que para optar a estudios superiores de máster se deben haber realizado los de grado.

Puede pasar que se junten en el máster alumnos de planes antiguos que no tenían que hacer trabajos académicos. En ese caso, a pesar de que en otros planes no se contemplaran, si deciden hacer un máster, tienen que hacer el TFM.

Realizar un Trabajo de Fin de Grado ayuda mucho a enfrentarse al de Fin de Máster. No se trata de elegir entre TFG o TFM sino de hacer ambos lo mejor posible, adaptándose a la normativa del centro donde se esté estudiando.

Como has podido apreciar en el texto, realizar un proyecto académico, no es algo rápido y sencillo que puedas realizar en unas pocas sesiones. Tanto si se trata de TFG, TFM, Proyecto de Grado Superior o Tesis, deberás dedicarle tiempo, recursos y ganas.

Por eso, cada vez más estudiantes se plantean pedir ayuda a expertos. Esta puede constar de sesiones de orientación, como del encargo de la redacción de los contenidos. Del texto entero o de alguna de las partes. La extensión depende del estudiante, al igual que el tema.

Es una manera efectiva de ganar tiempo y apostar por la calidad de la investigación, una práctica extendida, tanto en personas con poco tiempo, como en personas con formación pero que apuestan por presentar un trabajo excelente.

Es normal que tengas dudas, por eso lo más razonable es escribir un email a Experto Universitario. La plataforma de confianza que cuenta con mayores y mejores profesionales para ayudarte con tu proyecto.

En breve te responderán de forma estructurada todas tus preguntas dándote los detalles que necesitabas para dar el paso. Si tienes exigencias puedes añadirlas sin problema.