Cómo hacer el título de un ensayo

Elegir el título de un ensayo suele ser una misión complicada. Por lo general, se deja para el final del proceso de escritura y cuando llega ese momento estamos frente a una encrucijada.

¿Cuál es la mejor opción? ¿Poca o mucha extensión? ¿Descriptivo, informativo, humorístico? Las preguntas abundan pero las respuestas se hacen esperar.

Hay alternativas pero muchas veces no se sabe qué criterio adoptar para hacerlo atractivo, llamativo y efectivo.

Desde Experto Universitario queremos ayudarte, para que mediante el título puedas lograr una excelente primera impresión. Preparamos una guía con todo lo que necesitas saber al respecto.

Se trata de la carta de presentación. Escribir un ensayo es una tarea ardua y titularlo correctamente despertará la curiosidad en el lector por tu trabajo.

Es importante porque brinda información general acerca del contenido de dicho ensayo, además del punto de vista del autor y el tono del escrito.

Es una herramienta que agrega valor y como tal, un anzuelo en sí misma. Cuánto más concreto y contundente sea, mayores las posibilidades de ser elegido para su lectura.

Por lo tanto, es un aspecto que no puede ser librado al azar y por el contrario es factible de ser analizado en profundidad.

Existen determinados requisitos que hacen que el título de un ensayo sea de calidad. Además, no hay que olvidar que es el contacto inicial con tu investigación y por ende debe impactar.

Si pones atención en las siguientes premisas te garantizamos que llegarás a buen puerto. Son características esenciales que te ayudarán en la difícil labor de titular. 

Un título eficiente es aquel que comunica el tema principal del ensayo, sin dar lugar a segundas interpretaciones. Por ende, se concluye que el destinatario debe entenderlo de principio a fin.

La claridad es una condición determinante, porque además tendrá estrecha relación con las expectativas del lector respecto a la totalidad del ensayo.

Se sabe que aquello que es bueno y breve tiene un doble beneficio, pues cumple con el objetivo en menor tiempo. Por ello es bueno optimizarlo, elegir las palabras justas y no caer en ambigüedades.

La titulación será coherente cuando se refiera expresamente al tema de la investigación. Recordemos que es lo que hará seguir con la lectura o elegir otra obra. Entonces no tendría sentido alguno ocultarle información al lector o bien emplear artilugios para que crea algo que no es.

Asimismo, hay otro requisito a cumplir y es que el mismo pueda distinguirse por sobre los demás. No es un aspecto sencillo, pero la relevancia importa porque lo vuelve diferente e interesante.

Los títulos inéditos llaman la atención, cautivan y tienen ese componente especial. Cierto es que muchas obras fueron ya creadas, y es probable que exista un ensayo que profundice en tu misma temática.

Sin embargo, siempre hay espacio para ser original. Albert Einstein dijo que “la creatividad es la inteligencia divirtiéndose” y el ser creativo es una cualidad que todos tenemos.

Pues bien, esta es la oportunidad para demostrarlo mediante un gran título de ensayo.

Cabe destacar que no hay una única forma de escribir el título de un ensayo. Todo dependerá del problema a narrar, de las directivas de tu profesor y también del público destinatario del mismo.

A lo anterior se le debe agregar el tono de la composición, aspecto que desarrollaremos más adelante. Mientras tanto, es momento de profundizar en tres clases de títulos.

Estos títulos reseñan el contenido de forma concreta y concisa, aunque no ofrecen información adicional respecto al resultado de la investigación. A partir de este primer acercamiento, la mente del destinatario configura la idea principal del trabajo. Como tales, tendrán una relación directa con lo que ocurrirá en las restantes partes de un ensayo.

Un ejemplo de esto sería: “El impacto de la tecnología en los niños de cinco años”. Aquí sabemos la temática del ensayo además de ubicar al grupo etario objeto de estudio, aunque no tenemos pistas sobre si dicha influencia es buena o perjudicial.

En cierta forma su nombre lo indica. Se trata de aquellos títulos que plantean una pregunta y a partir de ella pretenden generar una motivación extra que lleve a leer el trabajo.

Se observa una concordancia, pues si esa inquietud resultó cautivante, elegirás profundizar en ella y no quedarte con la duda. Aquí no solo se observa al autor sino que el destinatario también está involucrado activamente desde el inicio.

Si continuamos con el ejemplo del apartado anterior, podríamos reformularlo así: “¿Debería un niño de cinco años tener una vinculación estrecha con la tecnología?”

Es un tipo de título de un ensayo que se empeña en destacar el tema principal, sin ahondar en aspectos descriptivos. Aquí se puede jugar más con las palabras y apelar a recursos literarios como las metáforas.

Se genera algo más abstracto y como tal capta por sorpresa al lector. En referencia al ejemplo, un título de ensayo temático sería: “El florecimiento tecnológico en los infantes de cinco años”.

Hasta acá hicimos referencia a la importancia de un buen título de ensayo, características principales y clases. Pues bien, ahora es tiempo de pasar a la parte práctica.

Para escribirlo de la forma más efectiva posible, hay determinadas aristas que deberás tener en cuenta.

El proceso de elaboración de un ensayo requiere tiempo y paciencia. Cada estudiante tiene sus preferencias en relación al soporte de escritura: procesador de texto tradicional o bien hacer un ensayo online.

Lo cierto es que para encarar la misión correctamente debes tener presente la temática principal del mismo. Es importante que te sientas cómodo con aquello que vas a relatar, pues esto será lo que establecerá la conexión entre tus palabras y el público lector.

Desde allí, es casi una obviedad que el título tendrá una correlación con lo que sucederá en las siguientes partes de la composición.

Las famosas keywords, fundamentales para el mundo SEO, aunque ahora aplicadas a tu investigación. Sabes que hay términos que no puedes pasar por alto, pues de lo contrario se perdería el sentido de la narración.

Un título eficiente incluirá las palabras clave, ya que además de resaltar el tema también actúan como guía para el lector. Son esencialmente descriptivas y proporcionan una idea del contenido y punto de vista del autor.

La introducción de un ensayo es un excelente lugar para extraer dichas palabras clave, así como también la conclusión. Ambos apartados sintetizan los conceptos generales del trabajo y serán fuente de vocablos acertados para titular.

Este es otro aspecto a tener presente. ¿Cuál es el tono de tu ensayo? Desde luego que se vinculará con el tema elegido y también influirá en el estilo.

Lo principal es establecer coherencia. Por ejemplo, si el ensayo explora las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial para la nación alemana, el tono será académico, informativo, serio. El título debe reflejar ese carácter, pues a nadie se le ocurriría darle un toque humorístico.

No queda otra alternativa que practicar la redacción del título de un ensayo cuantas veces sea necesario. Te recomendamos que destines una libreta para tal fin, y recurras a la lluvia de ideas.

Concéntrate en escribir, no importa que la idea no se visualice como apropiada, tú solo anota y deja fluir la creatividad. Es el único secreto y lo que permitirá corregirlo hasta lograr la mejor versión posible.

Una guía no podría definirse como tal si no te alertara sobre posibles errores a cometer. En esta sección enumeramos las equivocaciones más frecuentes a la hora de redactar el título de un ensayo.

La extensión es un aspecto a considerar. Si bien es cierto que a mayor cantidad de palabras, mayor la explicación brindada, también es factible de crear confusión en el destinatario.

La simpleza es una característica ponderada, así que evita volverte excesivamente redundante. Hazle el proceso más fácil a tu lector.

La idea primaria del título de un ensayo es la eficiencia. Quieres que el lector no solo se acerque a tu trabajo, sino que además se introduzca en él. Pues bien, esa motivación no se consigue si apelas a un vocabulario técnico y propio de la jerga abordada.

Esto dificulta la comprensión, además de dar por sentado que la investigación está destinada a un público erudito.

Recurre a tu poder de síntesis y respáldate en las palabras clave al momento de titular tu ensayo. Los datos que proporcione el título deben ser equilibrados, no aportes de más.

Si el título abunda en vocablos crearás una expectativa negativa y no lograrás tu propósito.

El título de un ensayo es la puerta de entrada a una investigación de calidad. Como tal debe ser convincente, original y coherente. El objetivo es captar la atención del lector y comunicar con claridad el tema elegido.

En esta guía te proporcionamos lineamientos y conceptos fundamentales para hacer una labor exitosa.