Estructura inductiva, deductiva y encuadrada

¿Alguna vez has escuchado hablar de las estructuras deductiva, inductiva y encuadrada? ¿Sabes qué son y cómo difieren? Si aún no tienes una respuesta clara, entonces este artículo es para ti.

¿Estás pensando en hacer una tesis deductiva, inductiva o encuadrada para tu futuro TFG? ¡No te pierdas nuestra explicación!

Las estructuras inductiva, deductiva y encuadrada son técnicas que se utilizan para organizar la información de manera que sea fácil de comprender. Cada una de ellas tiene una serie de características que las diferencian.

Así, se trata de formas de estructurar el contenido para que sea más sencillo de seguir. Cada una de ellas tiene una serie de ventajas y desventajas que hacen que sean más adecuadas para distintos tipos de trabajos y textos universitarios.

Una estructura inductiva se refiere a un método de razonamiento en el cual los argumentos se basan en evidencia. El objetivo es llegar a conclusiones generales a partir de una serie de ejemplos particulares. Esta estructura del argumento se conoce comúnmente como «inducción».

Una característica clave de una tesis inductiva es que parte de premisas particulares para formular conclusiones generales. Estas premisas son observaciones detalladas o evidencia empírica. Por lo tanto, es un proceso que va desde lo particular hasta lo general.

La estructura deductiva implica llevar al lector desde una posición general hacia los detalles específicos. Se comienza por presentar una generalización y luego se añaden los detalles para respaldar la afirmación del autor.

Esta estructura se inicia con una porción general de información que se conoce como premisa mayor y luego produce varias conclusiones más específicas. Estas conclusiones son las llamadas premisas menores. En términos generales, la idea detrás de la estructura deductiva es que si el enunciado principal es verdadero, entonces todos los enunciados individuales derivados también deben ser verdaderos.

Estos elementos ayudan a garantizar que los lectores puedan entender fácilmente el contenido del texto.

De forma muy resumida, mientras que al principio la estructura deductiva parte de premisas generales para llegar a conclusiones específicas, a continuación la estructura inductiva comienza con casos particulares para generar conclusiones generales; y finalmente la estructura encuadrada organiza conceptos en categorías jerárquicas.

Así, dependiendo del caso o tipo de argumentación que se esté llevando a cabo, una u otra estructura puede ser mejor para expresar los argumentos científicos de forma clara y eficiente.

A continuación veremos ejemplos de cada una de estas estructuras, con el objetivo de proporcionar herramientas útiles a quienes deseen mejorar sus habilidades de argumentación y persuasión.

Ejemplo de estructura inductiva se puede observar en muchas diferencias áreas de la vida, desde el discurso político hasta el periodismo. Un ejemplo típico sería una charla acerca de la importancia del voto.

Por ejemplo, el orador podría explicar por qué el voto ayuda a fortalecer la democracia y luego abordar el caso de cómo el voto puede influir directamente en nuestras vidas cotidianas al elegir a los líderes que toman decisiones que nos afectan.

La estructura puede usarse en un debate académico o cualquier tipo de discusión donde se requiere demostrar la validez de un argumento a partir de pistas premisas generales.

Por ejemplo, si alguien dice: «Todos los seres humanos son mortales», entonces podemos concluir que «Sócrates es mortal». Esta es una forma clara de utilizar la estructura deductiva, ya que la formulación de la premisa general permite llegar a una conclusión más específica.

La estructura encuadrada es una herramienta de escritura que se utiliza para reorganizar un tema de forma clara y organizada. Esto implica dividir grandes puntos en subtemas más pequeños, luego mostrar cómo los temas principales se relacionan entre sí.

Por ejemplo, imagina que estás escribiendo sobre la importancia de la educación financiera. Un buen enfoque sería dividir el tema en tres subtemas: el ahorro, el gasto y las inversiones.

Después de discutir cada uno por separado, puedes concluir mostrando cómo los tres trabajan juntos para ayudar a alcanzar los objetivos financieros de un individuo. Esta estructura permitirá al lector ver claramente cómo los tres temas principales interactúan entre sí y reforzarán su argumento general.

En el trabajo académico, la estructura deductiva y inductiva tienen aplicaciones diferentes. A menudo, resulta útil emplear ambas en este ámbito: la deductiva para mostrar las conclusiones concretas y la inductiva para argumentar las premisas generales desde las cuales partimos.

Sin embargo, hay situaciones en las que resulta más conveniente optar por una u otra estructura dependiendo del objetivo del trabajo académico. Por ejemplo, cuando se busca demostrar una teoría particularmente compleja o abstracta, puede ser necesario usar principalmente la estructura deductiva para construir argumentos e ideas sólidos basados ​​en evidencia empírica.

Por el contrario, cuando nuestra intención es explorar los detalles de algún tema complejo sin llegar a ninguna conclusión definitiva, entonces podemos recurrir principalmente a la estructura inductiva para analizar los datos individuales mediante su agrupación en categorías más amplias.

Como puedes ver, organizar un tema de forma clara y organizada es esencial para lograr que tu trabajo sea conciso pero completo. Las estructuras deductiva, inductiva y encuadrada pueden ayudarte a lograr esto, así como a mantener la coherencia y la calidad de tu trabajo.

Afortunadamente, con el tiempo y través de la práctica, emplear estas tres estrategias de argumentación se convertirá en una habilidad natural para ti.

Asimismo, comprenderás mejor cómo usar estas estructuras para abordar proyectos teóricos diferentes. Esto te permitirá explorar temas de forma más profunda y concluir eficazmente uno de tus trabajos para la universidad o para cualquier otro ámbito en el que necesites utilizarlos.