Cómo hacer la introducción de un TFG

¿Sabías que el 70% de los alumnos consideran la introducción como la parte más difícil a la hora de redactar un Trabajo Fin de Grado (TFG)?

La razón principal es que, en esta sección, debemos presentar nuestro trabajo de manera clara y concisa para captar el interés del lector y dejar claro cuál es nuestra propuesta.

Es por eso que resulta crucial dominar las habilidades necesarias para hacer una buena introducción, ya que ésta será nuestra carta de presentación ante el tribunal evaluador.

En este artículo, desde Experto Universitario compartiremos contigo nuestros mejores consejos y estrategias para abordar esta tarea tan importante.

La introducción de un Trabajo Final de Grado (TFG) es el primer contacto que tendrán los lectores y evaluadores con tu investigación, y por lo tanto, resulta fundamental para captar su atención y mostrarles la importancia del tema estudiado.

Además, en ella se presentan brevemente los objetivos, hipótesis, metodología de un TFG empleada y resultados esperados, proporcionando así una visión general del trabajo realizado.

Como un faro que guía a los navegantes en la oscuridad, así es la introducción de un TFG dentro del trabajo.

Esta se ubica al comienzo para permitirle al lector tener una visión general y comprensiva sobre el tema investigado y su relevancia. Esta parte del trabajo debe contener una descripción clara y concisa del problema a tratar, los motivos por los cuales se eligió este tema para ser estudiado y el objetivo general que persigue.

En la introducción de un TFG es fundamental abordar ciertos aspectos clave para captar el interés del lector y contextualizar adecuadamente el trabajo. En esta sección veremos uno a uno los elementos principales de este componente de cualquier trabajo de fin de grado.

La contextualización de los temas del TFG es fundamental para lograr una comprensión adecuada del trabajo. En este sentido, se hace necesaria la descripción de los antecedentes, lo que incluye tanto el desarrollo histórico como el estado actual de la materia.

En esta sección, el autor debe situar su investigación dentro de una temática más amplia, identificando las áreas o disciplinas relacionadas e ilustrando cómo su trabajo aporta algo nuevo o complementario al conocimiento existente.

Una vez establecido el marco contextual del tema, es fundamental identificar y definir claramente cuál es el problema que se pretende abordar en nuestro TFG.

La declaración del problema debe ser concisa y precisa para permitir a los lectores comprender la relevancia de nuestra investigación.

Una vez presentado el contexto y justificación, es fundamental establecer los objetivos de la investigación.

Estos deben ser claros, concretos y alcanzables, permitiendo guiar el proceso investigativo y facilitar la evaluación de los resultados obtenidos.

En la justificación de la investigación, es fundamental expresar claramente por qué el tema elegido para un TFG tiene relevancia y aplicación práctica, lo cual permitirá al lector comprender la importancia del trabajo realizado.

El autor de un TFG debe esbozar una introducción atractiva y llamativa para captar la atención del lector. Pero tranquilo: si no sabes cómo hacerlo, desde Experto Universitario te contamos las claves para que tu introducción del TFG sea interesante para quienes lean tu trabajo.

Ahora que hemos abordado la contextualización del tema, es momento de centrarnos en otro aspecto crucial de la introducción: la formulación de la declaración del problema.

Esta parte es fundamental para establecer el propósito y justificación de tu investigación. La declaración del problema debe ser clara y concisa, presentando la brecha o necesidad que motivó el desarrollo de tu TFG.

Asegúrate de explicar por qué este asunto es relevante e importante tanto en términos teóricos como prácticos, dejando claro cómo tu trabajo contribuirá a llenar ese vacío existente.

Una vez que hayamos definido los objetivos de nuestra investigación, debemos ser capaces de relacionarlos con el enfoque que hemos llevado a cabo en nuestro trabajo. Así, debemos demostrar que nuestras preguntas de investigación tienen una base teórica y, en consecuencia, justificar la relevancia de nuestro trabajo.

En este punto, también es útil establecer claramente cómo nuestra investigación contribuirá al campo académico e indicar cuál será nuestra hipótesis principal.

Al estructurar el TFG, también debemos prestar atención al detalle, como asegurarnos de que los títulos sean descriptivos e informativos para el lector.

Hay muchos enfoques distintos que podemos tomar al redactar la introducción de un TFG. Estos son algunos de ellos:

1. Contextualizar el problema: “El cambio climático se ha convertido en una preocupación global debido a sus impactos negativos en el medio ambiente y la sociedad. Este TFG analiza las estrategias de mitigación y adaptación propuestas por diferentes países para enfrentar este desafío.”
2. Plantear una pregunta de investigación: “La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado diversos campos, como la medicina, la industria y las finanzas; sin embargo, su implementación en la educación aún es limitada. ¿De qué manera puede aplicarse la IA para mejorar los procesos educativos?”
3. Presentar un objetivo general: “Las redes sociales han transformado la forma en que nos comunicamos e interactuamos con otras personas alrededor del mundo. El presente TFG tiene como objetivo explorar cómo estas plataformas influyen en nuestra percepción de nosotros mismos y los demás.”
4. Destacar la relevancia del tema: “Los trastornos alimentarios afectan a millones de personas cada año, causando graves consecuencias tanto físicas como psicológicas. Dada su importancia, este trabajo investiga las principales causas y factores asociados al desarrollo de estos problemas.”
5. Señalar una brecha existente en el conocimiento: “A pesar de ser uno de los sectores más importantes dentro del ámbito empresarial, poco se sabe acerca del papel que juegan las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) en el impulso económico local. Por ello, esta investigación busca comprender cómo contribuyen las PYMEs al crecimiento económico regional.”

Ahora que hemos visto algunos ejemplos de introducciones exitosas, es fundamental conocer los errores más comunes para evitar caer en ellos al redactar nuestra propia introducción.

Uno de los principales problemas es ser demasiado general o ambiguo al presentar el tema del TFG. Asegúrate de especificar claramente cuál es tu área de estudio y qué aspectos son abordados a lo largo de la investigación.

Otro error frecuente consiste en incluir información innecesaria o irrelevante, por lo que debes centrarte en proporcionar únicamente aquellos datos que resulten fundamentales para comprender el contexto y propósito del trabajo.

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