Cómo hacer el TFG: la guía definitiva

Se acerca el final de tu carrera universitaria y, además de pensar en esas merecidas vacaciones antes de iniciar tu futuro profesional, también debes redactar tu trabajo de fin de grado. Hacer TFG es uno de los pasos esenciales que te abrirá las puertas del apasionante mundo laboral de la especialidad que has elegido. En este artículo te damos todas las claves para hacer un trabajo de investigación académica de calidad, y no morir en el intento.

Desde la elección de la temática, hasta la redacción de las conclusiones, pasando por una introducción impactante, la correcta elaboración de la estructura de un TFG, un uso apropiado de los métodos de investigación y análisis, sin olvidar la necesidad de organizar tu tiempo…

Olvídate del estrés y sumérgete en nuestros consejos sobre cómo hacer un TFG para que sea todo un éxito.

Aunque pueda parecer obvio, hacer un trabajo TFG no es solo una bonita forma de terminar tu carrera; se trata de reflejar no solo tus conocimientos en un ámbito concreto, sino tu capacidad de análisis, síntesis y redacción de teorías y propuestas.

Puede que ahora mismo no le encuentres mucho sentido, pero redactar un TFG de calidad te abrirá muchas más puertas de las que puedas imaginar.

Para empezar, si quieres continuar con tus estudios; ya sea especializándote en una rama concreta de tu campo o ampliando horizontes en otros ámbitos, un proyecto TFG metódico, conciso y objetivo demostrará tus capacidades analíticas y cómo estructuras tu forma de trabajar.

Si quieres introducirte en el ámbito laboral, le estarás demostrando a tu futuro responsable que, además de ser un experto en tu materia, has aprendido a aprender; y eso, hoy en día, es indispensable en el mercado laboral.

Un buen TFG será la mejor carta que presentación que puedas tener, sin importar el camino que decidas tomar.

Antes de empezar a elaborar un plan de acción para tu trabajo de investigación, es importante tener claro qué es un trabajo de fin de grado. Un TFG es un proyecto de investigación en el que tendrás que demostrar las aptitudes y conceptos aprendidos durante tu grado universitario.

Es normal que al principio te sientas un poco impresionado por su magnitud, pero debes tener en cuenta que tu universidad o facultad te facilitará una guía con la información indispensable, así como el acompañamiento de un tutor especializado en tus estudios. En algunas universidades, puedes elegir a tu tutor, en otras ocasiones será impuesto en función de las diferentes especializaciones.

En todo caso, lo importante es que aproveches al máximo los recursos facilitados tanto por tu tutor como por la universidad en sí.

Como ya habrás comprobado durante toda la carrera, dejar el trabajo para el último momento no es una buena técnica de estudios. Así que, desde el primer momento, organiza tu tiempo y tu carga de trabajo de TFG de manera efectiva. Si tu vida laboral, personal y académica está bastante cargada, más motivos tienes para organizar bien tu tiempo.

Si necesitas ayuda para organizar tu tiempo, puedes recurrir a páginas web y programas adaptados a tus necesidades: desde Google Task a Monday, pasando por Asana o TickTick. Encuentra la app que te corresponda mejor y ponte manos a la obra para optimizar tu tiempo al máximo y centrarte en tu trabajo de universidad para conseguir tu titulación.

Una vez que tengas claro la temática de tu trabajo de investigación acude a tu tutor y consulta con él la pertinencia de dicho tema, la justificación de un TFG y cómo hacer un TFG. Posiblemente podrá orientarte sobre las nuevas tendencias en el sector, fuentes de información relevantes y consideraciones a tener en cuenta durante la elaboración del trabajo final.

Ya tienes el tema y el tutor, ahora hay que ponerse manos a la obra para establecer un calendario y un plan de trabajo efectivo y adaptado a tus necesidades y condiciones. Como ya hemos dicho anteriormente, sentirse abrumado es normal. Por eso, para evitar momentos de estrés y nerviosismo es indispensable organizarse de forma realista. Consulta con tu tutor los plazos de entregas y, en función de esas fechas, establece un calendario.

Sé honesto contigo mismo. Si sabes que solo puedes dedicar 2 horas al día a tu proyecto de investigación, no añadas más horas a tu planning. Concentra esas dos horas en el momento del día en el que seas más efectivo y establece pautas de trabajo para aprovechar al máximo el tiempo. Divide las temáticas que quieres tratar y cíñete al plan.

Por mucho que aparezcan nuevos elementos interesantes, piensas que debes acotar tu investigación; aunque puedes utilizar esos elementos para añadir un par de párrafos sobre nuevas líneas de investigación en las conclusiones, por ejemplo.

Antes de iniciar la redacción tu estudio, establece una base bibliográfica sobre el tema que vas a presentar. Posiblemente tu tutor pueda ayudarte con los principales libros, autores y referentes del sector.

Muchas universidades también ponen a disposición de sus alumnos un acceso privilegiado a artículos académicos y bases de datos especializadas para poder completar y ampliar la documentación.

Es importante acudir siempre a fuentes de información fiables y fidedignas. Wikipedia no es una fuente académica. Si tienes alguna duda sobre la veracidad de una fuente de información, no dudes en consultar con tu tutor.

Al recopilar la literatura existente podrás tener una visión general del estado de la cuestión y ver en qué puntos y aspectos puedes aportar una nueva perspectiva, análisis o comparación.

Aunque hablemos ahora de la introducción del TFG, es importante destacar que las mejores introducciones son las que se escriben una vez realizado en trabajo de investigación. De esta forma, estarás seguro que lo que quieres, cuáles son tus objetivos y lo que puedes demostrar con tu investigación, así como los elementos más importantes, lo que puedes aportar al debate académico y las complicaciones que hayas podido encontrar durante el proceso de investigación.

Es importante redactar una introducción que llame la atención del lector, que muestre tu dominio del tema y, a ser posible, que adelante algún elemento innovador de tu TFG.

No quieras hacer una introducción graciosa, ni estelar; aunque si tienes alguna anécdota que pueda servir para dejar al público con ganas de más, siempre será bienvenida.

La parte teórica de tu TFG aportará el contexto a partir del cual vas a elaborar tu trabajo. Para ello, tendrás que decidir el enfoque que vas a adoptar. Tanto en la parte teórica, como en el análisis deberás utilizar un lenguaje claro, pertinente y concluyente.

No quieres impresionar al lector con una prosa rebuscada y elitista, si no que quieres demostrar tus conocimientos sobre un tema en concreto. Y para ello, lo mejor es explicar claramente lo que vas a hacer y cómo lo vas a hacer.

Ya hemos hablado anteriormente de la importancia de organizar correctamente el tiempo. No olvides de reservar tiempo revisar el contenido.

Intenta encontrar una persona externa que lea página por página y te diga si tiene sentido lo que explicas, y si es comprensible. Naturalmente deberás cuidar mucho la ortografía, sintaxis y gramática.

Es normal que cualquier estudiante que esté redactando su TFG encuentre algún problema o dificultad durante el proceso. Por eso es importante poder acudir a los expertos que te podrán proponer ayuda con TFG de manera discreta, profesional y efectiva.

En Experto Universitario contamos con una sección de especialistas de trabajo fin de grado que podrán ayudarte con la estructura y el contenido.

Ya se trate de dudas con el sistema de citación, la redacción de objetivos, un índice claro, delimitar una sección o la revisión final de tu TFG, en Experto Universitario podemos ayudarte. No dudes en ponerte en contacto con nosotros y te asesoraremos de manera discreta y eficaz, para que puedas conseguir tus objetivos y tengas el mejor resultado con tu TFG.