Cómo empezar una conclusión

¡Aquí me tenéis! De nuevo dispuesto a compartir con vosotros/as un nuevo artículo y esta vez os debo advertir que no vengo solo. Me acompañan varios autores de Experto Universitario, quienes además de haber compartido sus conocimientos conmigo, responderán directamente a algunas de las preguntas que hemos recibido tanto en redes como en nuestra web.

Obviamente hemos seleccionado las dudas relacionadas con el tema de hoy “una conclusión perfecta”, pero ¡no os preocupéis! También responderán a vuestras cuestiones sobre otros temas cuando los tratemos en el blog. Si ha llegado la hora de hacer TFM, tesis, TFG, etc.

Ya sabes que una de los elementos fundamentales de su estructura es la conclusión, nada más y nada menos que las reflexiones finales de tu trabajo. Es el momento en el que se cierra el ciclo de ideas, argumentos y hallazgos presentados y su objetivo principal es proporcionar un cierre satisfactorio y dejar una impresión duradera en el lector. Desde luego supone una labor con cierta complejidad, pero si elaboras una conclusión contundente, conseguirás poner la guinda al pastel.

Así que prepárate y vamos al lío, descubramos cómo hacer una conclusión perfecta. 

Comentábamos que la conclusión es el momento culminante en el que se repasan los puntos clave, se recapitula el argumento principal y se sintetizan los hallazgos o resultados obtenidos en tu investigación. Si existe una cualidad que deba destacar en tus conclusiones es la efectividad, es decir, la capacidad de cumplir con los objetivos de un modo óptimo e incluso brillante.

¿Y cuáles son los objetivos que se persiguen en una conclusión? Bien, podemos establecer tres puntos principales que nos ayudarán a ofrecer una visión panorámica de los aspectos esenciales, resaltando su importancia y relevancia en el contexto del tema tratado: 

La conclusión nos brinda la oportunidad de reafirmar el argumento principal o la tesis planteada en el trabajo académico. Es el momento de recordarle al lector cuál era el objetivo central de tu investigación y cómo has respaldado esa posición a lo largo del desarrollo. 

La recapitulación del argumento principal debe ser clara, concisa y contundente. Puedes resumir los puntos más fuertes que respaldan tu tesis, destacando los hallazgos o resultados obtenidos. Esto le dará a tu conclusión un sentido de coherencia y proporcionará un cierre sólido a tu trabajo.

Esta es una oportunidad para resumir los aspectos más destacados de tus descubrimientos y enfatizar su relevancia en el contexto académico. La síntesis de hallazgos o resultados implica una selección cuidadosa de la información más significativa. Puedes resaltar los datos más relevantes, las conclusiones más sorprendentes o los descubrimientos que aporten nuevas perspectivas al tema.

La idea es mostrar al lector cómo tus investigaciones han contribuido al conocimiento existente y qué implicaciones tienen tus hallazgos en el campo de estudio. 

¿Y por qué consideramos fundamental tener una estrategia a la hora de elaborar nuestra conclusión? Uno de los principales problemas de no tener una estrategia es la falta de enfoque. Sin una guía clara, es posible que nos desviemos del tema principal y terminemos incluyendo información irrelevante o repetitiva en nuestro trabajo. Esto puede hacer que la lectura sea confusa y dificulte la comprensión de nuestras ideas por parte del lector. Además, la falta de enfoque puede llevar a una falta de coherencia en el desarrollo del argumento, lo que debilita la fuerza persuasiva del trabajo. También puede dificultar la síntesis de los hallazgos o resultados obtenidos.

La conclusión de un trabajo académico debe ser capaz de resumir y destacar los puntos clave y las contribuciones de nuestra investigación. Sin una estrategia que nos guíe en este proceso, corremos el riesgo de pasar por alto aspectos importantes o no lograr transmitir de manera efectiva la relevancia y el impacto de nuestro trabajo… Y no queremos eso, ¿verdad? ;) 

¡Hasta aquí nuestro artículo! Ha sido un placer compartir contigo estas reflexiones y esperamos haberte podido ofrecer las herramientas necesarias para cerrar tus ensayos, informes, TFG y otros proyectos de investigación de manera impactante y efectiva.

Recuerda repasar los puntos clave, sintetizar tus hallazgos y utilizar estrategias como citas adecuadas, preguntas retóricas y perspectivas novedosas. No olvides que una conclusión bien elaborada es el broche de oro que elevará la calidad y el impacto de tu trabajo académico. ¡No subestimes su importancia! Utiliza tus habilidades para cautivar a tus lectores, inspirar la reflexión y cerrar con maestría tus escritos.